PRIMAVERAS ÁRABES, ¿"REVOLUCIONES" DE QUÉ?

Samedi, 13 Février 2016 13:21 JUAN ANDRÉS PÉREZ RODRÍGUEZ
Imprimer

 

PRIMAVERAS ÁRABES, ¿"REVOLUCIONES" DE QUÉ?

Un balance desolador de caos, muerte, odio y exilio


¿Quién se acuerda de las denominadas “Primaveras” árabes? Hoy - escribe nuestro colaborador Juan Andrés Pérez Rodríguez - apenas se habla de lo que ciertos sectores de la progresía española y europea etiquetaron eufóricamente como verdaderas revoluciones de nuevo tipo (...).

Por JUAN ANDRÉS PÉREZ RODRÍGUEZ / CANARIAS-SEMANAL.ORG.

 

 

¿Quién se acuerda de las denominadas “Primaveras árabes"? Hoy apenas se habla de lo que ciertos sectores de la progresía española y europea etiquetaron eufóricamente como verdaderas revoluciones de nuevo tipo.

No tienen presencia en las agendas mediáticas. Sin embargo, por su interés como ejemplo de los que puede ser un fenómeno político manipulado su actualidad es permanente.

Con esa intención nos hemos acercado a la entrevista concedida por el investigador argelino radicado en Canadá Ahmed Bensaada a la periodista Nordine Azzouz.

En el diálogo, publicado en el periódico argelino Reporters, Bensaada habla especialmente de las llamadas “primaveras árabes” y de lo que han sido realmente más allá del “romanticismo” construido por los medios de Occidente.

 

Balance de la situación actual

Para el profesor Bensaada estos fenómenos, que el bien pensante occidental  ha bautizado falazmente como “primaveras” no han  generado más que "caos, muerte, odio, exilio y desolación en numerosos  países árabes”.

La cuestión importante -señala- es “preguntar a los ciudadanos de los países árabes, protagonistas de estos movimientos, si la desastrosa situación en la que viven  puede ser calificada de primaveral”.

Al respecto, Ahmed Bensaada cita los resultados de un estudio que muestra los funestos resultados de las llamadas primaveras.

El costo humano, “en cinco años -cita el investigador- ha sido de más de 1,4 millones de personas víctimas de la violencia (muertos y heridos), a los que hay que sumar más de 14 millones de refugiados”.

En lo económico, el panorama no resulta más alentador. "Ha costado a los países árabes - explica el profesor argelino - alrededor de 833 mil millones, de los cuales 461 mil millones corresponden a infraestructuras destruidas y lugares de interés históricos devastados”.


“Revolucionarios" instruidos y financiados por organizaciones norteamericanas

En cuanto a la autenticidad revolucionaria de estos fenómenos, sin duda el tema más discutido en relación a las protestas, Bensaada se muestra contundente.

Desde abril de 2011 - recuerda -, puse en evidencia en mi libro  “Arabesco Americanola injerencia extranjera en estas revueltas que han afectado a la calle árabe y la no espontaneidad de estos movimientos”.

Sin embargo -puntualiza- es cierto que en los países árabes antes de estos acontecimientos existía un estado de decrepitud, de ausencia de alternancia política,  alto desempleo,[…]  fuga de cerebros, etc.

Todo esto -afirma- representa un “caldo de cultivo” para la desestabilización. Pero aunque  las reivindicaciones de la calle árabe son reales, las investigaciones llevadas a cabo han demostrado que los jóvenes  manifestantes y ciberactivistas árabes  habían sido instruidos y financiados  por organizaciones estadounidenses especializadas en la “exportación” de la democracia, como la USAID, la NED, Freedom House o la Open Society del  multimillonario George Soros.  Y todo esto, años antes de la auto-inmolación de Mohamed Bouazizi”.

En  opinión de Bensaada , las revueltas fueron protagonizadas por  “una juventud  entusiasta de las  nuevas tecnologías, cuyos líderes fueronb formados, entrenados en la Red y sostenidos por los gigantes  estadounidenses del Net, con la mediación de otros organismos de Estados Unidos como la AYM (Alianza de Movimientos Juveniles)”.

A medida que el tiempo avanzaba, la verdadera naturaleza  de estas “revoluciones”  fue revelada, las lenguas se soltaron y  han salido a la superficie  nuevos documentos. No solamente nada ha venido a desmentir mi tesis sino que ésta ha sido notablemente confirmada”.

 

 


Fuente: